El Secreto y su engaño

…unas capturillas del vídeo, que junto al libro, empezó todo este fenómeno…

Este verano ha surgido de forma recurrente el libro El Secreto. No me gustan los libros sobre temas esotéricos, pseudociencias, etc…; pero tengo especial manía a los que además se disfrazan de ciencia. Como éste.

Hay mucha gente inteligente y con estudios que le ha encantado el libro.  Mas que por creerse a pié juntillas todo lo que dice (al final hay una lista de las muchas cosas que suelta a la brava), es por la aparente conclusión: que quien es positivo ante la vida vive mejor, y quien visualiza los objetivos, los consigue.  Esa visión optimista, lleva a la gente a ser condescendiente con el libro. Hay personas que incluso se dan cuenta que muchas de las cosas que dice son falsas, mentiras y tergiversaciones claras. Pero esta teórica conclusión final parece que lo redime de todos los demás pecados.

¿Todo vale para hacer sentir bien a las personas? ¿Cuántas personas en el mundo confían hoy ciegamente en Rhonda Byrne y sus secuaces? Lo cierto es que hay cientos de miles de personas en el mundo que siguen, en mayor o menor medida, las enseñanzas de unos manipuladores manifiestos porque simplemente dicen cosas bonitas. 

Analicemos la situación: Rhonda Byrne y su pandilla afirman cosas como que los alimentos no engordan; que engordamos porque nosotros lo pensamos (Pag 70).  Muchas personas creen en el libro y lo recomiendan, aunque saben que eso es absolutamente falso.  Y aquí viene lo fantástico: cuando un tendero nos engaña, no volvemos a comprar.  De hecho, hay multitud de personas concretas que no conocemos (banqueros, políticos) de los que desconfiamos ya de entrada sin que nos hayan engañado nunca (todos son iguales, pensamos).  ¡En cambio, hay gente que, incluso engañandonos de forma manifiesta…los disculpamos y seguimos confiando!  Muchos saben positivamente que muchas de las cosas que dice este libro no pueden ser verdad, pero da igual: conozco gente cuya vida se mueve casi a ritmo de Rhonda Byrne, tanto personal como profesionalmente. 

La conclusión es clara: la gente no cree lo que dice la otra gente según su honestidad o la posibilidad de que sea cierto; sino sencillamente, si le gusta lo que oye.  Y eso es el camino hacia el desastre. 

¡Qué fácil es engañar a la gente cuando se les dice lo que quiere oír! Tendría que ser esta la primera lección que nos enseñasen desde pequeños: el sentido crítico no se puede basar en que nos complazca lo que oímos. Está bien disfrutar de una buena película, de una novela que nos haga soñar en que somos el protagonista: pero la realidad, realidad es. Y estar separada de ella es como tener una fisura por la que se nos van a colar todos los que tengan talento y falta de escrúpulos para aprovecharse.

¿Qué diferencia hay entre El Secreto y una secta? ¿Acaso no estás confiando en alguien que te promete algo con mentiras y te exige fe?  Quizás no te aparte de tu familia, ni te obligue a cambiar de vestimenta, o a entregar todas tus riquezas; pero no deja de ser lo mismo.  La única diferencia es que en vez de seguir la táctica de quitarle todo a unos pocos creyentes, les quita un poco a toda una multitud.  Un libro por aquí, una secuela por ahí.  Alguna conferencia, algun documental….

Si Rhonda y sus secuaces fueran vestidos con túnicas habría mucha gente que se pondría en alerta. Si fueran casa por casa con su rollo la gente desconfiaría. Pero nada mejor que aparecer en la tele como una persona respetable, con aire académico y elegante. Nada mejor que escribir un libro con una buena imagen, con una buena encuadernación. Nada mejor que rodearse de una pandilla de gente triunfadora con ganas de triunfar más, que se inventa títulos inexistentes en universidades falsas; o que los tiene, pero que nunca le darían el dinero que le puede dar un montaje como éste. Nada mejor que aprovecharse del desconocimiento en ciencia de mucha gente para inventarse una nueva teoría de la nada. Nada mejor que el desconocimiento de la vida de los grandes genios de la historia para manipular su recuerdo y hacerles decir lo que nunca dijeron. Einstein, Platón, Edison, Newton verían frases suyas en este libro que jamás pronunciaron, y verían referencias a su persona en una teoría, la Ley de la Atracción, que les hubiera parecido absolutamente ridícula.  Y la estocada final: nada mejor que ser una escritora y productora de televisión con dinero y medios para hacer ya no sólo un libro, sino un documental, y ser amiga de Oprah Windfield para que tu fama llegue bien lejos.

Hay una palabra que ha salido muchas veces en el párrafo anterior: desconocimiento. Pero sobre todo está presente "lo que nos gusta oir": en este caso, la necesidad de que nos digan que todo es más fácil de lo que parece, de que todo va a salir bien.  Esos son dos de los grandes puntos débiles de todo el mundo: el desconocimiento y nuestras necesidades.  Por eso, una receta: cuando creas en algo porque lo contrario te produce desesperanza, vigila: quizá lo que estás siguiendo, sea por simplemente por necesidad.  Al menos, tenlo en cuenta.

Así que… ¡Digamos basta a los que se aprovechan de la gente! ¡No les demos alas!
 
Para finalizar, una pequeña muestra de las muchas mentiras de El Secreto, algunas repetidas por todo el libro.  Son realmente muchas, y las entrevistas televisivas dan todavía para más. Y si: TODAS son comprobables como falsas con un libro de física básica o yendo a la biblioteca a buscar el libro técnico adecuado.  Y recuerdo, una vez más, que el secreto se vende como CIENCIA.
 

"Un pensamiento tiene una frecuencia. Se puede medir un pensamiento." (Pag 24)

Totalmente falso.  El cerebro normal emite cuatro patrones de ondas electromagnéticas: delta, theta, alpha y beta.  Cada patrón corresponde a un estado del cerebro, no a pensamientos (que si duermo, que si estoy despierto, que si estoy empanao…).  Pero los pensamientos NO son emitidos en forma de frecuencia propia ni de coña. 

"Los pensamientos envían una señal magnética que está atrayendo hacia ti una señal paralela." (Pag 24)

Ni los pensamientos emiten señales, ni serían magnéticas, ni las señales magnéticas atraen a otras señales, ni evidentemente las señales atraídas vuelven a la fuente adivinando mágicamente quien ha emitido la original.  De hecho, ni existen "señales magnéticas": existen campos magnéticos, que es diferente.  Maxwell, uno de los "padres científicos" de Einstein, explicó como funcionaban los campos electromagnéticos hace muchos años, y semejante afirmación le estará haciendo revolverse en su tumba (bueno, a él y cualquier persona con conocimientos en señales electricas que haya fallecido desde hace un siglo y pico) 

"¡La física cuántica nos dice que el Universo entero ha surgido de un pensamiento!" (Pag 29)

No, pero de algunos pensamientos surgen universos enteros de chorradas.  Sólo alguien seguro de que le van a leer personas totalmente ajenas a la física cuántica se atreve a soltar semejante estupidez. 

"No estoy hablando de hacerse ilusiones o de alucinaciones. Te estoy hablando de un nivel más profundo de entendimiento básico. La física cuántica empieza a orientarse hacia este descubrimiento." (Pag 34)
La física cuántica no tiene ninguna línea escrita sobre el secreto, ni habla de entendimiento.  Es totalmente falso, estan engañando al lector de una forma vergonzosa.  No me extraña que Brian Green, uno de los más conocidos divulgadores (serios) sobre física avanzada, definió a El Secreto como "ciencia palomitas".  Curiosamente, Bob Proctor, uno de los teóricos expertos, …¡no sabía ni quién era el tal ‘Green’!
 

"No podía creer que hubiera tantas personas que lo conocieran [el secreto] . Eran algunos de los personajes más grandes de la humanidad: Platón, Shakespeare, Newton, Víctor Hugo, Beethoven, Lincoln, Emerson, Edison, Einstein…" (Pag 8)
No hay ninguna línea escrita atribuida a Platón que hable de El Secreto en absoluto.  Apuesto que lo mismo se puede decir de ninguno de los otros.  El universo descrito por Einstein es totalmente incompatible con La Teoría de la Atracción (la filosofía de Platón también).
 
"[…] Albert Einstein planteó esta poderosa pregunta cuando conoció El Secreto" (Pag 52)
Einstein se hubiese reído mucho con El Secreto.  Evidentemente, jamás conoció tal cosa, ni hay ningún apunte sobre él en todo su legado.
 
"Einstein sabía mucho sobre El Secreto y cada día daba las gracias cientos de veces." (Pag 88)
Si Einstein hubiese conocido tal cosa, me imagino que agradecería las tardes de carcajadas que le hubiese brindado.
 
"Henry Ford tenía mucho más conocimiento que esas personas que le ridiculizaban, conocía El Secreto y conocía las leyes del Universo." (Pag 174)

No conozco lo que dijo Henry Ford.  Pero… ¿no será que los autores del libro se han ido apuntado en su bando cualquier personaje conocido por algún éxito importante a nivel profesional?  En el libro hay alguna cita más en esta línea…ésta es sólo una muestra.

"Lo que nos dice Einstein y la física cuántica es que todo acontece simultáneamente" (Pag 73)
Esta es muy buena, porque precisamente Einstein nos dice todo lo contrario: Einstein y sus formulas nos dicen que el tiempo es algo subjetivo, que el tiempo absoluto que creía Newton (y todos nosotros) es una ilusión.  Por tanto, sin tiempo absoluto es imposible que todo acontezca simultáneamente.  La simultáneidad es una ilusión subjetiva.
 
"El tiempo no existe. Einstein nos lo dijo" (Pag 73), corregido a "El tiempo es una ilusión. Einstein nos lo dijo" en siguientes ediciones (!!)
La segunda se puede salvar siendo buenos.  La primera, era una mentira como una catedral (para no perder la línea del libro).  Einstein jamás dijo que el tiempo no existiese, sino que el tiempo absoluto es una ilusión.  Nada: di una frase misteriosa que te vaya bien, dices que la ha dicho Einstein y yastá.
 
"Se ha demostrado científicamente que los pensamientos afirmativos son cien veces más poderosos que los negativos" (Pag 35)
Evidentemente, eso es falso.  Jamas la ciencia ha demostrado descomunal memez.
 
 
"Empezar por algo pequeño es una forma sencilla de experimentar la ley de la atracción. Voy a contarte una historia de un hombre joven que hizo justamente esto. Vio El Secreto y decidió empezar por algo pequeño.
Creó una imagen de una pluma fuera única. Creó unas marcas concretas para saber sin lugar a dudas que si veía esa pluma, habría
llegado hasta él por su utilización intencionada de la ley de la atracción.  A los dos días estaba a punto de entrar en un rascacielos de la ciudad de Nueva York. Nos contó que sin saber por qué miró al suelo. A sus pies, en la entrada del rascacielos de Nueva York, ¡estaba la pluma!" (Pag 75)
Lo primero es que la historia es bastante patética ("voy a pensar en plumas").  Pero esta historia tiene jugo: el libro no se cansa de nombrar a Einstein como "coleguita".  Pues bien, esta gente no sabe que según Einstein, nada puede viajar más rápido que la luz.  Ni siquiera la energía, en ninguna de sus formas.  Eso quiere decir que si el chaval de la pluma tenia su regalo en dos días, su "petición" no podría haber llegado más lejos que la distancia que recorre la luz en un día (uno de ida y otro de vuelta).  Lineas atras, los "expertos" hablan de días, semanas, meses…  Pues bien: de todos las más de 10.000 millones de galaxias que (se calcula) existen, y de las entre 1000 y 100.000 millones de estrellas (o más) que pueda llegar a tener cada galaxia…la estrella más cercana está a… ¡4 años luz!.  Si nuestro pensamiento ha viajado dos días, eso significa que no ha llegado ni a 2 partes entre 3.000 de la estrella más cercana. ¿Eso es hablar con el universo?  Para hablar con el universo de verdad se necesitan millones de años.  Estos "expertos" no lo han tenido en cuenta.
 
Otras historias con miga:

"Un día fui a casa de un director artístico, un productor de cine muy famoso. En todos los rincones de su casa tenía la hermosa imagen de una mujer desnuda envuelta con una tela, en un gesto como de darse la vuelta para marcharse como si estuviera diciendo «No te veo». «Creo que no debes ser muy afortunado con los amoríos», le dije. «¿Eres clarividente?», me respondió. […]

«¿Qué es lo que te gustaría?», le pregunté. «Me gustaría salir con tres mujeres cada semana», me dijo. «Muy bien, píntalo. Píntate con tres mujeres y cuelga el cuadro por

todas partes”, le respondí. A los seis meses volví a verle y le pregunté: «¿Cómo va tu vida amorosa?» «¡De maravilla! Las mujeres me llaman, quieren salir conmigo»". (Pag 120)

 

 

"Lo que la gente pensaba y lo que yo también pensaba era que me engordaba por la comida. Esta creencia no te ayuda en nada, y ¡para mí en estos momentos es una gran mentira! La comida no es la responsable de que engordes. Es tu pensamiento de que la comida es la que te hace engordar." (Pag 70) (!!!!!)

 
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